Todos hemos tenido un romance con un juego para smartphone, nos enteramos de su existencia por un amigo, familiar, por marketing o simplemente lo vemos en la app store, lo descargamos ansiosos, le sacamos varias horas de provecho, nos obsesionamos, se convierte en rutina, y finalmente un día se nos olvida; todas esas horas que dedicamos a mejorar nuestro nivel de juego o upgradear a nuestros personajes quedan enterradas en nuestra memoria para nunca más ver la luz ¿Por qué? muy simple: todo por servir se acaba.
Cada cierto tiempo (diría ilusionadamente que cada año), nos encontramos con un título que es la excepción a la regla, uno que no cumple el ciclo, uno que por más que juguemos no pierde su esencia; A lo largo de mi corta vida he tenido el placer de conocer algunos, y hace quizá medio año ya, conocí este, una luz en la oscuridad, un camino a seguir, una esperanza, hoy señores, vengo a hablarles de Pewpew (1).